Por Jorge Miranda
Ayer pudimos ver el partido que enfrentaba al Real Madrid, subcampeón de la Euroliga, contra el Zalgiris Kaunas, un equipo que siempre puede ser un problema para todos los equipos. Esperábamos que ese equipo que nos ilusionó con su impresionante anotación y fluidez en ataque, el cual el Zalgiris sufrió en varias ocasiones el año pasado, volviese a realizar su hazaña, algo bastante alejado de la realidad.
El Zalgiris había estudiado bien a su rival y en el primer cuarto se demostró ante una sólida defensa que paró a su rival y cogió la batuta, adelantándose al finalizar en 13-14. Ni Llull ni Rudy ni nadie del Real Madrid estaba acertado y tampoco es que la anotación de ese cuarto fuese muy elevada. En el segundo cuarto pasó tres cuartos de lo mismo, esta vez con un Andersen que todo lo que tiraba lo metía, lo que añadía presión al equipo local, y del apoyo de jugadores de calidad como Jankunas y Milaknis, que ayer se salió. Laso intentó reanimar su juego con la incorporación del "Chacho" Rodríguez ", pero Sergio salió igual que sus compañeros, lo que no pudo solventar que el cuarto volviese a ser ganado por los lituanos, esta vez 19-21 (32-35).
A pesar de su poca brillantez, el partido estaba a tres puntos y se necesitaba un cambio para lograr ganar al equipo de Girantas Krapikas. Este cambio vino de golpe, gracias al buen hacer de Felipe Reyes y Gustavo Ayón. En unos minutos, la defensa del equipo blanco aumentó, lo que trajo consigo un parcial de 10 a 0 donde poco pudieron hacer los lituanos. El tercer cuarto por fin acabó favorable para el equipo local con un 56-49.
El Zalgiris no quería perder un partido que había luchado y trabajado y a pesar del contundente triple de Maciulis al principio del partido, que ponía una ventaja de 10 para el Real Madrid, los lituanos consiguieron acercarse hasta a 5 puntos de diferencia, otra vez frustrado por Maciulis y su tiro exterior. Al final, victoria para los blancos por 80 a 71. Deberán mejorar mucho si quieren convertirse en los campeones de la Euroliga, cosa que no consiguió el equipo del año pasado que tan buenas sensaciones dejó.
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